1.- MADRID - TRES CANTOS
Crónica de la jornada:
Aun cuando el Sol apenas me había despertado, vi como mi amo se vestía y cogía la mochila, el comienzo de nuestro viaje se intuía. Tras despedirme de mi amita que en esta ocasión no nos podría acompañar, nos encaminamos hacia la estación del tren con los rayos del Sol aun sin calentar.
Llegamos hasta la Puerta del Sol, que parece ser que es el punto céntrico de España y además es desde donde comienzan todas las carreteras importantes. yo no lo entendía, así que planté un mojón frente a un reloj que estaba muy alto.
Desde allí nos dirigimos a la Plaza de Santiago, muy cerquita. Allí había una basílica también dedicada al apóstol y que estaba en obras. Es frente a esa basílica donde comienza el camino de Santiago madrileño y en consecuencia nuestro peculiar peregrinaje.
Frente a la basílica de Santiago |
Cruzando la Gran Vía |
cada vez más grandes. Lo
peor es que no había casi
donde hacer pis, ¿dónde
hay un parque?. No me extra-
ña que no me encontrara con
más perros.
Refrescándome |
Cada vez había más gente y
algunos eran muy raros y se
empeñaban en tocarme. Creo
que una señora se equivocó
de perro porque me llamaba
Cuqui y me quería tocar con
guantes.
Conocí a otro perro, sus dueños
decían que también era un
schnauzer miniatura, pero la verdad es que no lo parecía, será que como eran argentinos, allí son de esa manera tan despeinada y alborotada, o quizá fuera creando estilo, aún no lo tengo claro.
De pronto llegamos a una plaza muy grande con torres muy altas e inclinadas que parecía que se fueran a caer.
1ª marca del camino |
rilla que indicaba hacía donde teníamosque ir. La verdad es que me dio mucha alegría cuando la encontramos.
Desde que encontramos la primera flecha todo fue un continuo de señales amarillas y otras marcas.
Cuando nos alejamos de las Torres
Kyo nos encontramos con 4 torres
más grandes todavía, a mi no impor-
taría subir por todas escaleras que tiene
que haber.
Encontré la 1ª flecha |
Después de dejar atrás las Torres nos
Torres de Madrid |
ban mucho los perros. Él tenía uno que
se lo llevaba a cazar. Cuando se enteró de nuestra aventura se le iluminaron los
ojos, yo creo que le dio envidia. Ade-
más, no sabía el significado de las fle- chas amarillas que recorrían su barrio.
Fue muy agradable, nos deseo suerte y
yo creo que él a lo mejor algún día se anima a seguir las flechas.
Nos seguíamos alejando de la gran ciu- dad y recorríamos barrios con casas más bajas y algún que otro parque. Menos mal, porque mi amo se estaba meando y no encontraba un sitio, yo no tengo tantos problemas.
Por fín un camino |
La ciudad quedaba cada vez más lejos y lo único que veíamos era de vez en cuando la vía del tren o alguna carretera.
Madrid a lo lejos |
ver unas piedras con una espe-
cie de concha que también in-
dica hacia donde tienes que ir
para no perderte.
Por el camino a veces aparecían ciclistas o gente montando a caballo.
Desde que cogimos el camino ya no volvimos a pasar por ningún pueblo hasta llegar a Tres Cantos.
Así no te pierdes |
Cuando llegamos a Tres Cantos me tocó volver a ponerme la correa y buscar el hostal donde pasaríamos la noche. Fue en el Hostal Tres Cantos. Muy sencillo y algo destartalado pero dejar dormir a perros y si no armas jaleo también puedes quedarte solo en la habitación.
Datos de la etapa:
Distancia: 25,1 kms. Tiempo: 5:15 Vel. media: 5 kms/h
Alt. máx.: 762 m. Alt. mín.: 638 m. Desnivel: 403 m.
Mapa de la etapa |
Perfil |
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